El reto de los lácteos

El reto de los lácteos

Josué Tai

Escrito por
Josué Tai

Te suena familiar: “yo puedo dejar de comer lo que sea, excepto los quesos, porque son deliciosos y no lo hago tan seguido”, “no puedo dejar mi café con leche por las noches”, “las quesadillas son lo mejor, no podría dejarlas”.

Bueno, si has escuchado algo así o eres de las personas que tienen un gusto particular por los lácteos (yoghurt, quesos, leche, crema, jocoque, nata, etc), te tengo algunas noticias no muy alentadoras al respecto que espero ayuden a iniciar un proceso de reflexión respecto a su consumo.

Algunos datos curiosos: si eres latino y en especial mexicano, tenemos poca tolerancia a la lactosa. Por el otro lado, los lácteos generan frío y moco en la zona intestinal, dificultando la digestión y permitiendo la proliferación de parásitos y evitando que absorbas correctamente los nutrientes de la comida, es como respirar con la nariz tapada, se puede, pero no al 100%.

Finalmente, ¿te has puesto a pensar cómo le hacen para producir los derivados lácteos de manera regular, si técnicamente una vaca sólo puede producir leche tras haber dado a luz?, entonces, ¿cómo le hacen para que las vacas produzcan de manera regular y organizada una cantidad definida de leche al mes?, ¡exacto!


Para obtener leche de forma continua y homogénea se regula el ciclo de los vacas con hormonas. No importa si eres productor pequeño, grande u orgánico, necesitas “automatizar” esa producción, de lo contrario no tendrás manera de producir de manera sostenida y ordenada.


Por lo que cada vez que consumes un lácteo es altamente probable que también estes ingieriendo un coctel de hormonas y otros fármacos que en el mediano y largo plazo pueden dar resultados poco gratos en el cuerpo, particularmente en las mujeres.

¿Y ahora qué?, pues la recomendación es abandonar el consumo de lácteos con miras a una mejora de la salud en el corto, mediano y largo plazo, así que te invito a evaluar las siguiente recomendacione para hacer este paso por partes y dejar los lácteos con el menor estrés posible.

¿Cómo saber que es una adicción?

Cuando el consumo es regular, es decir, diario un par de veces al día y dejarlos implica que te sientes mal, que te ganan las ganas y termines comiendo un "poquito", puedes estar en un hábito de riesgo. Si es el caso, dejarlos de un día para otro puede tener los efectos de cualquier adicción como el síndrome de abstinencia e irritabilidad y retomarlos antes de concluir un proceso de desintoxiación podría dejarte en un valle aún más profundo de adicción y necesidad de consumo que al inicio del proceso.

Para dejar los lácteos, te recomiendo una estrategia escalonada, es decir:


Inicia restringiéndolos de la dieta poco a poco, si los consumes diario, prueba disminuir el consumo a 4 veces por semana por 3 semanas y de ahí le vas restando 1 día cada 3 semanas, para que tu proceso sea paulatino hasta que llegues a 0.


¿Y el calcio, cómo lo obtengo?

Este es un mito tremendo que se dió a raíz de una serie de campañas publicitarias de la industria lechera. Sin duda contiene calcio, pero no es la única fuente del mismo, un puñito de ajonjolí en tu ensalada podría estar dándote el mismo aporte que un vaso de leche. Algunos otros alimentos que te pueden dar un aporte de calcio, pueden ser un puño de almendras, garbanzos, pistaches, higos, etc., si no eres vegetariano o vegano, una sardina podría ser otro alimento substituto.

¿Y la simplicidad que me facilita en la cocina?

Sin duda, preparar una quesadilla puede salvar la noche en un momento de flojera y poco tiempo, pero opciones rápidas sin lácteos existen varias. Si de plano las quesadillas son lo tuyo, puedes hacer queso de almendra que es un excelente substituto y te permite la misma versatilidad que el queso normal.


Si quieres variar, puedes preparar: tostadas de hummus, tostadas de aguacate, taquitos de champiñones, plato de avena con nueces, todos estos son platos sencillos para un momento de flojera.


Adicionalmente te invito a que disfrutes de la cocina, recuerda que la comida es la gasolina que le estás metiendo a tu máquina. Cuídate como cuidarías a tu más preciosa posesión.

Existen muchos factores de riesgo de riesgo para la salud actualmente. Comienza quitando uno, recuerda que así como la vaso se llena de gota en gota, también se puede vaciar de la misma manera.

Si tienes dudas o te gustaría iniciar un proceso de bienestar, consúltame, estoy a tus órdenes.