¿El masaje duele?

¿El masaje duele?

Josué Tai

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Josué Tai

El masaje es un proceso que nos ayuda a la regulación del organismo en general, tiene beneficios en diferentes niveles y al ser una estimulación directa sobre la piel, los beneficios se extienden más allá del órgano tegumentario

Efectivamente, la respuesta técnicamente correcta es “no”, el masaje es un proceso de disfrute siempre y cuando tus hábitos de salud preventiva sean adecuados.

Haces ejercicio, te alimentas de manera saludable, tienes tus asuntos emocionales al día, respetas tus horarios de trabajo y descanso, tus amistades son constructivas e incluso tienes la buena costumbre de asistir a una terapia física regularmente.


Todo esto contribuye a una salud física, mental y espiritual integral e incluso, si llegases a sufrir pequeños episodios de estrés o el ataque de un agente patógeno tu condición estará en posibilidades de combatirlo fácilmente sin mayor alteración que un día de sensación de fatiga o una tarde de mal humor.

Pero, qué pasa si tus hábitos están llevándote al lado obscuro y constantemente abusas de tus horarios de trabajo, o no tienes procesos de descarga muscular, te brincas el estiramiento al final de los entrenamientos, comes de más o de menos, tus horarios de comida son variados, te irritas con facilidad o permites que las situaciones te influyan de manera que el estrés se ha vuelto una constante en tu vida, es entonces cuando el masaje deja de ser un proceso placentero y de mantenimiento y pasa a ser un proceso correctivo pues los músculos empezarán a acumular desechos, emociones, fatiga, etc. y en casos extremos puede llegar a deshidratarse.

Un músculo deshidratado, sobretrabajado, una zona refleja afectada por una emoción mal manejada e incluso un exceso de estimulación en el hígado tendrá un efecto doloroso y de hipersensiblidad al tacto incluso de un masaje suave.


Es entonces cuando tenemos que avocarnos a encontrar los motivos, nudos y desajustes que el cuerpo ha ido acumulando con el paso de los días tras ser sometido a ese “abuso” en uno o varios aspectos previamente mencionados y corregirlos. La liberación suele ocasionar dolor, evocar emociones como ira, tristeza, hipersensibilidad y puede desembocar en gritos, llantos, recuerdos dolorosos o non gratos, mismos que hay que dejar salir. En este punto, la respuesta ha cambiado, el masaje duele.

Si es el caso, toma en cuenta que el proceso de sanción toma un tiempo y varias sesiones.

Para ayudar al proceso, te recomiendo que:

  • Seas constante en el proceso.
  • Sigas las indicaciones de alimentación, descanso y ejercicio que se te brinden.
  • Durante la terapia, date la oportunidad de liberar, es decir, grita, llora, platica lo que sucede con el experto que te atiende, de esta manera puedes sanar más rápido.
  • Seguramente tras el masaje podrías sentir aporreamiento, febricula, sueño o mucha hambre, esto tiene que ver con el tipo de recursos que el cuerpo necesita para regresar a la homeostasis (al equilibrio), escúchalo.

Procura afrontar el dolor de este tipo de masajes, ya que entre más pronto se traten los malestares, más rápido el cuerpo sana, se equilibra y evitas cualquier tipo de lesión, así mismo tienes el beneficio de estar bien.


Date un tiempo para el mantenimiento. Tu cuerpo es una de las máquinas más complejas, perfectas y aguantadoras, trátala bien y te será funcional por muchos muchos años.


Pon manos a la obra, cuida de ese vehículo perfecto que tienes a tu disposición, registra tu cita y permíteme atenderte. Encontremos juntos un balance para tú vida.